Pagan poco, cobran mucho.

Pagan poco, cobran mucho.
Los bancos, dentro de la economía, tienen la función de ser intermediarios entre las personas que quieren y pueden ahorrar y las que necesitan pedir prestado para hacer inversión en sus negocios o, incluso, para consumir.
 
En las arcas de los bancos se encuentra el dinero de los ahorradores a quienes se les “paga un premio” por dejar su dinero ahí y que pueda ser prestado.  Quien solicita el dinero, un deudor, deberá pagar el dinero que pida prestado, más este “premio al ahorrador” y las ganancias del intermediario -alias… el banco-
 
Las instituciones financieras en general, y en este caso particular, los bancos, tiene varios tipos de ganancias.  Algunas son las comisiones por todos sus servicios, la tasa de interés que pagan los deudores y intereses moratorios que se generen por pagos retrasados.  También ganan por la diferencia entre la compra y venta de las distintas divisas como el dólar. Y, por supuesto, por los rendimientos que obtengan de sus propias inversiones.

El interés  o “premio para el ahorrador” es significativamente más bajo que el interés que se le cobra al deudor.   

Esa diferencia de tasas es abismal: el interés al ahorro se rige por la tasa referencial del Banco de México,  que el pasado 30 de septiembre se actualizó a 4.75% anual, con incrementos leves según el monto y el plazo. 
Mientras que el promedio de comisiones y tasas activas es:  en tarjetas de crédito 45%; en créditos a empresas 20%; en créditos personales 35%; y en crédito hipotecario 12%.
 
No le pierden, ¿verdad?

Si me preguntas a mí, dejar el dinero en el banco es una manera de "perderlo" porque aunque mantengas la misma cantidad, ésta pierde valor en el tiempo debido a la inflación.
 
Aquí podemos quejarnos amargamente y repelar, pero esas son las reglas.  La verdad es que podríamos elegir no jugar el juego.  No pedir prestado. 

Yo pienso que es mejor aprender bien las reglas y buscar sacar el mejor provecho del sistema financiero, puesto que el crédito puede ser facilitador de nuestros sueños.

Tenemos que ser conscientes en que pedir dinero prestado cuesta dinero.

¿Te gustaría aprender a usar el crédito a tu favor?

Déjanos tus preguntas y comentarios.
Sigamos conversando por aquí o en las redes sociales.