El dinero y algo de historia.

El dinero y algo de historia.
En la actualidad le hemos dado mucha importancia al dinero. Cuando hoy en día el dinero es mero papel. Ya no está respaldado en metales preciosos como antes.  

Al principio de las civilizaciones, el dinero, era alguna mercancía que tuviera valor en si misma.  Como para las culturas prehispánicas era el cacao o las plumas.  

Más adelante en la historia surgió el dinero metálico.  Eran monedas hechas con metales preciosos como oro y plata, que tenían valor per se y que además facilitaban los intercambios.  

Al surgir el papel moneda, también se respaldaban con metales preciosos hasta que llegó un momento, después de la segunda guerra mundial,  que se acordó tomar al dólar estadounidense como moneda de referencia.  

Y un poco más tarde, en 1971, se rompió algo que se llamaba patrón oro y el dinero se quedó sin respaldo. El papel moneda y las monedas acuñadas a partir de entonces ya no tenían metales preciosos ni respaldo en ellos.  

Lo que les dio valor fueron los distintos gobiernos que los imprimían.  Llamándose así dinero fiduciario. Porque el valor se basa en la confianza que ofrece el gobierno que lo emite.
 
Algo importante para nosotros, y nuestro día a día, es reconocer que le hemos dado mucha importancia al dinero, como decía antes.  Cuando el dinero no es más que un medio, una herramienta que nos permite conseguir cosas que necesitamos o queremos.  Como cuando quieres colgar un cuadro. Necesitas un clavo y un martillo.   Herramientas.  Así el dinero. Nos permite conseguir cosas que queremos o necesitamos.
 
Y como hoy estamos celebrando un aniversario más de nuestra independencia quiero aprovechar para tocar el tema del dinero en esta época en particular.
 
Nuestra casa de moneda fue fundada en 1535.  Desde ese año, toda la época del virreinato y hasta hoy, ha tenido la encomienda de acuñar monedas. Es la más antigua de América.

Por supuesto hay una historia enorme del dinero en México, pero hoy nos estamos centrando en el dinero de la época de la Independencia de México.  Hasta el inicio de la misma, la moneda casi siempre tuvo imágenes de los reyes de España.
 
Uno de los problemas graves fue que al iniciar la guerra, las monedas, que era de oro y plata, se volvieron muy valiosas. Pues se necesitaba dinero para financiar los frentes. Como en todas las guerras.
Las familias ricas escondieron su dinero, lo sacaron del país  o lo enterraron en algún lado porque tanto insurgentes como realistas los asaltaban y se las robaban. Esas cosas pasan en las guerras. También se cerraron muchas minas por lo que nuestra casa de moneda se las vio negras para acuñar nuevas monedas.  Además de que enviar moneda a distintas partes del país se volvió imposible por la inseguridad de los caminos.
 
Se empezaron a acuñar monedas en varios lugares simultáneamente así que se establecieron casas de moneda temporales. Estas casas de moneda no tenían toda la herramienta por lo que fabricaron monedas bastante burdas y que eran muy fáciles de falsificar. 
La casa de la moneda de Zacatecas fue la más prolífica de la época. Se acuñaron casi 17 millones de pesos en plata. Que para esa época era muchísisimo dinero. Zacatecas era una ciudad que apoyaba al rey de España por lo que acuñaron muchas monedas con el busto de Felipe VII.  
 
Mientras que otras casas de la moneda acuñaron de acuerdo con sus intereses insurgentes o realistas.  Hidalgo había pedido préstamos a la gente rica para pagar su guerra pero las personas no querían entregar sus monedas. Así que aunque les ofreció pagar intereses al terminar la guerra, tener dinero se le complicó. Cuando muere, Morelos decide acuñar su propia moneda. Y la llamó MONEDA NACIONAL.  Ya no eran “reales” como las anteriores. Pues real se refería al rey y justo de eso nos estábamos independizando.

Comenzó a dar más fuerza al cobre.  El oro y la plata eran difíciles de conseguir en medio de la guerra.    Esta fue la primera moneda fiduciaria de nuestra economía.  En teoría, cuando acabara la independencia estas monedas iban a ser cambiadas por el valor que decían, pero en plata.
Cosa que nunca pasó.
 
Imagínense el relajo de moneda y obviamente de economía que hubo en esa época pues existieron momentos en donde se acuñaron monedas de ambos bandos.  En 1812 había monedas realistas y monedas insurgentes. 
 
Y como les decía, el relajo llegó a tanto, que moneda que le llegaba al bando contrario, le ponían un nuevo sello para identificarlas como realistas o insurgentes.
 
Pasaron los años y por fin en 1821 conseguimos la independencia con Agustín de Iturbide al frente.  Como ya sabemos, se proclamó emperador y en ese momento decidió decretar la impresión de papel moneda.  Ahí surgieron nuestros primeros billetes.  Emitió por 4 millones de pesos. Estos billetes fueron los primero en llamarse pesos, tal como los conocemos ahora.
En esa época, en lugar de llamarles “lana”  les llamaron “haré bueno” porque en realidad, el primer papel moneda era un pagaré.   Los podían usar para comprar o para cambiarlos por su valor en metales preciosos, oro y plata.
 
Claro que a la gente esto no le dio nadita de confianza y los rechazó.  Los primeros billetes salieron de circulación rápidamente.

La moneda que más circuló en esa época fue la conocida como la moneda de “la manita”.
 
Tomó muchos años lograr una estabilidad económica.  Y todavía tenemos nuestras altas y bajas.  Lo que tenemos claro es que nuestra moneda ya es bastante estable y de nuevo se unificó nuestra casa de moneda.  

La pueden visitar en la Ciudad de México y tiene un museo muy interesante donde pueden ver en vivo todas estas monedas y billetes de los que hablamos.

Espero les haya parecido interesante este pequeño recorrido.

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