Cómo meter a mi dinero en cintura.

Cómo meter a mi dinero en cintura.
Muchas veces pienso que nuestra relación con el dinero es muy parecida a la que tenemos con un hombre. Nos la pasamos deseándolo pero una vez que lo tenemos queremos deshacernos de él lo más rápido posible. ¿O no?

Algo ya no nos gustó y queremos cambiar de modelo.

Bueno tal vez exagero un poco pero... a ver, ¿no queremos una relación a largo plazo con él, que nunca nos falte, que siempre esté disponible?  Y que conste que solo estoy hablando de dinero.   


Ahora, cómo puedo meterlo en cintura, al dinero, obvio.  

¿Cómo ordenar mis finanzas personales?  
He descubierto que hay tantas maneras como cabezas en este mundo, algunas simples, otras requieren un poquito más de conocimiento, pero los secretos de los ricos están al alcance de todos.  Solo que ellos lo han hecho más rápido porque, como dicen por ahí: dinero llama dinero.

Ya casi terminó el primer mes del año y … mira para atrás.

¿Qué pasó con tu dinero este mes? ¿Qué tal estuvo la cuesta de enero?   ¿Apenas vas en el mes 2 de 18 pagos que sacaste en el buen fin?

Espero que no.  Pero si es así, no importa tanto. Realmente el dinero es para gastarse. Hoy o mañana (si decides ahorrarlo) pero para gastarse a fin de cuentas.  


La idea es gastarlo lo más inteligentemente posible.

Para eso es necesario tener un presupuesto.  Yo sé que da un poco de flojerita sentarse a hacer números, pero con ayuda de una plantilla y una media hora que le dediques tendrás un panorama general de dónde estás poniendo tu dinero todos los meses.

Lo que siempre pagas son tus gastos fijos y el resto del dinero que “sobra” y que al final del mes no sabes ni a dónde se fue, son tus gastos variables.

Si haces un presupuesto esos gastos variables tendrán un destino claro.  El que tú quieras: ahorrar, comprar un coche, un celular nuevo, regalos de cumpleaños, etc.   Pero ya sabrás dónde está porque tú le dijiste a dónde ir.

Lo más fácil para empezar un presupuesto es poner en una columna lo que recibes, tu ingreso y, en otra, todo en lo que gastas, tu egreso.  Y comparar.

Ahí te darás una idea muy rápida y clara de cómo están tus finanzas. Digamos que eso es como una radiografía, solo se ven los huesos.  Si quieres saber más de otros órganos o de dónde se está bloqueando la circulación hay otro tipo de presupuestos que puedes llenar. Mucho más completos. 

Si haciendo números descubres que hay que vivir con un  presupuesto ajustado por un tiempo, porque tienes deudas en las tarjetas o meses sin intereses comprometidos en algo no te agobies, no será más que temporal.

Mientras más esperes más dinero pierdes, porque te lo gastes en quien sabe qué, por los hambrientos gastos hormiga, por “oportunidades” de comprar cosas que no necesitas, pero que tienen el 50% de descuento o algo así.


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