Comprar VS reparar
El otro día se me descompuso la lavadora.

Resulta que ya es un modelo viejito y que necesita que le cambien la “tarjeta”.  ¿Qué demonios es la “tarjeta” y qué hace?  Quien sabe… lo cierto es que la reparación me sale $3,500.

Ni modo. Hay que reparar.  En este mundo y con las vidas que vivimos no te puedes quedar sin lavadora, estarás de acuerdo.
 
Justo colgando con la oficina de los técnicos para que la recogieran me encontré con un artículo muy interesante de un hombre que tiene un blog que se llama Clever Dude.  Muy simpático por cierto.  Está en inglés pero me gustó tanto su artículo y su forma de pensar que les comparto en español algunos datos interesantes que comentaba en su artículo.
 
Se llama Reparar un electrodoméstico VS. Comprar uno nuevo.
 
Yo decidí reparar mi lavadora porque obviamente no puedo comprar una nueva por $3,500.  Tendría que  (y  si quiero) hacer una inversión más grande. Arriba de los $10,000 porque ya me enamoré de una lavasecadora. 2en1.  Ahorraría mucho espacio porque vivo en un departamento pequeño.
 
Bueno, el caso es que él propone 3 pasos para identificar si conviene reparar o comprar, en su caso, una secadora nueva.
 

1.- Buscar en internet.

Ahora podemos revisar en tiendas departamentales o de electrodomésticos precios y comparar.  Podemos ver si de casualidad encontramos de la misma marca el modelo más nuevo y reemplazarlo.  

Podemos conocer precios y comparar de una tienda a otra.

Lo más chistoso (sin haber leído el artículo) es que mi esposo me recomendó exactamente lo mismo cuando le dije que nuestra lavadora se había descompuesto.  Buscar en internet a ver cuánto cuesta una nueva.   Los norteamericanos están muy acostumbrados a hacer las cosas ellos mismos.   El recomienda ver videos en YouTube de cómo reparar la secadora tú mismo.  ¡Obvio yo no no lo puedo hacer y no lo intentaría!  Yo no me siento capaz de hacer eso ni de broma y mi esposo menos que nadie.
 

2.- Llamar al servicio técnico.

Llamar al servicio técnico para solicitar un presupuesto de reparación y tener idea de cuánto costaría la reparación.

De acuerdo con su artículo, tú podrías investigar más o menos que problema tiene para describírselos y que te puedan dar un estimado.  Claro que hasta que no la vea físicamente el técnico pues no puedes saber de cierto qué es lo que tiene.  

Lo que yo hice fue, efectivamente, llamar al técnico, pagar la revisión que me costó $50. Y tener un presupuesto real sobre lo que tiene y el costo de reparación.
 

3.- Tomar una decisión.

El “Consumer Report” que es como la Profeco en los Estados Unidos, sugiere que si nos decidimos por reparar, no deberíamos pagar más del 50% del precio de un nuevo electrodoméstico de iguales características. Hay que valorar si ya has pagado otras reparaciones o si es la primera (en mi caso sería la segunda).  Si ya llevas varias, mejor compra una nueva, ¿no crees?
 
En mi caso particular, mi lavadora ya tiene 14 años conmigo, sería la segunda vez que me da lata en todo ese tiempo y aunque ya me enamoré de una lavasecadora,  no tengo las posibilidades aún de hacer esa compra.  Ya tengo un plan de ahorro que más adelante les compartiré para hacer esa compra sin pedir prestado (al banco, claro).
 
A veces pienso que esto de la sincronicidad que estudió Jung es algo maravilloso. Qué coincidencia encontrar este artículo justo cuando tengo que reparar mi lavadora y lo padre es que me ayudó a clarificar qué hacer frente a mi problema del hogar.
 
¿Tienes algún problema similar?  ¿Te gustaría seguir esta conversación?

Déjamos un comentario y ayúdanos a compartir esta información con quien creas que también le pueda servir.
 
¡Arriba y adelante!
 
 
Links
 
 


0 Comments

Leave a Comment